Kevin Owens ha tenido una carrera envidiable para muchos fans. Fue uno de los más grandes fans de Chris Jericho y logró ser su compañero y rival en WWE. También fue un gran fan de Stone Cold y logró estelarizar la noche 1 de WrestleMania 38 enfrentándolo. Dos momentos que cualquier fan joven de la época solo pudo soñar con vivir.
El No Holds Barred match que tuvo con Steve Austin, además fue bien recibido por los fans y especialistas. Normalmente se pensó que los 19 años de inactividad de Stone Cold pesarían más y mermarían dramáticamente la calidad del encuentro. Pero no fue así y ambos dieron un espectáculo más que decente.
Hablando con Metro.co.uk, Owens confesó que soltó algunas palabrotas cuando Vince McMahon le confirmó que enfrentaría a Austin:
“Mi reacción fue un júbilo silencioso porque estaba en la oficina de Vince, pero es posible que le haya dicho algunas malas palabras, ¡positivamente! Fue realmente surrealista”.
Kevin Owens
Jim Ross calificó la lucha de obra maestra. Y por su parte Kevin vivió un sueño que muchos fans tuvieron en su infancia en la década de los 90, enfrentando a una leyenda viva y probablemente la estrella más grande que logró crear WWE en su historia.
La lucha dosificó bien su acción con Austin bebiendo cerveza cada tanto para encender al público, a modo de taunt para humillar a Owens y a la vez poder descansar. No fue algo libre de riesgos, ya que Austin recibió incluso un suplex en el concreto. Y además tuvo finales falsos, haciendo ver a Owens como alguien capaz de haber salido con la victoria, luego de castigar a Stone Cold con su propio y legendario finisher.
